El escritor Fulgencio Argüelles aunó la Asociación Serondaya a «la siembra cultural de nuestro territorio y nuestras vidas»
Cuando el campo comienza a llenarse de hojas secas y la presencia de castañas, manzanas y maíz irrumpe en las casas es señal de que ha llegado el momento de acoger al otoño. Y en la localidad mierense de Cenera lo hacen con una gran fiesta, organizada por la Asociación Cultural Serondaya, en la que hay música, deporte, comida de hermandad, romería y entrega de premios. Los festejos se iniciaron ayer con la presentación de la fiesta a cargo del escritor y miembro de la asociación Fulgencio Argüelles, quien recordó a los asistentes que la entidad pretende «la siembra cultural de nuestro territorio y de nuestras vidas».
La presentación del también colaborador de EL COMERCIO sirvió para dar paso al pregonero de este año, el cineasta José Antonio Quirós, quien dejándose llevar por «sensaciones y recuerdos de esta tierra», evocó aspectos de su infancia y su primera llegada a Cenera, junto a su padre. Un viaje que repetiría en algunos de sus rodajes cinematográficos, lo que le hace considerarse «un hijo adoptivo de Cenera». Un lugar que le ayuda a «valorar el silencio, la tranquilidad y a explorar aún más en nuestras raíces», convirtiéndose en «un rincón donde me siento muy a gusto, digamos que como en casa», puntualizó el cineasta.
En esta jornada inaugural de celebraciones se entregó, además, la I 'Serondaya de la Cultura', que ha recaído en el Muséu del Pueblu d' Asturies en Gijón en reconocimiento a su dedicación a la difusión y el desarrollo de la cultura en cualquiera de sus manifestaciones.
Los actos continuarán hoy con una animada y musical sesión vermú y el I Premio de ciclocross Serondaya.
Por la tarde se entregará el bollu a los socios, y habrá un amagüestu en el que no faltará la sidra dulce. La orquesta Vivians animara la noche.
El domingo llegará la denominada comida de hermandad, una fiesta para los socios. Los festejos llegarán a su fin a última hora de la tarde tras la celebración de una gran romería, amenizada con el acordeón de Javier Valdés.
Fuente: El comercio