El Jovellanos aplaudió a Víctor Manuel, Dana Raz, el León de Oro, Andreas Prittwitz y la Orquesta de Cámara de Siero |La alcaldesa de Gijón y el alcalde de Mieres asistieron a la celebración de la asociación cultural que lidera el escritor Fulgencio Argüelles
Con un concierto histórico y por todo lo alto ha querido celebrar la asociación cultural Serondaya que lleva ya una docena de años de inquieta actividad. Un cartel de lujo encabezado por Víctor Manuel materializó ayer esta celebración en un concierto arropado por el Aula de Cultura de EL COMERCIO y en el que la institución presidida por el escritor -y colaborador de este periódico- Fulgencio Argüelles quiso reunir sobre el escenario a cuatro de sus galardonados en los Premios a la Innovación Cultural: la bailarina israelí Dana Raz, el Coro El León de Oro de Luanco, la Orquesta de Cámara de Siero, y el músico Andreas Prittwitz. Todos juntos compusieron el elenco de esta gran fiesta de la música y la cultura que no quisieron perderse ni la alcaldesa de Gijón Carmen Moriyón, ni su homológo mierense, Aníbal Vázquez. Tampoco otras personalidades como el senador Vicente Álvarez Areces. Ejerciendo de anfitrión, Fulgencio Argüelles.
Piezas de Bach, Mozart, Rheinberger y compositores contemporáneos formaron el programa de un recital que tuvo en su parte final los momentos más emocionantes con todos los participantes arropando a Víctor Manuel en tres temas de su repertorio, icónicos para generaciones de asturianos criados escuchando sus canciones. La delicadeza de las coreografías contemporáneas de Raz, el virtuosismo de Prittwitz, la calidad coral de El León de Oro y la armónica versatilidad de la agrupación orquestal dirigida por Manuel Paz fueron tejiendo sobre las tablas del Jovellanos una estimulante trama de magia en la que el cantante de Mieres puso su mano maestra y todo su carisma para terminar de encantar al público.
La fiesta comenzó con el saxo de Andreas Prittwitz abriéndose paso por un abarrotado teatro con las notas del Preludio de la suite 1 para chelo de Bach, para ir a encontrarse sobre el escenario con Dan Raz: música y danza unidas en un diálogo que se extendería a lo largo del concierto. El saxo de Prittwitz seguiría dialogando con el Coro El León de Oro en 'As one who has slept' de John Taverner y luego dejaría a la formación luanquina mostrando su alta calidad interpretativa con el 'Kyrie' de J. Rheinberger y una pieza del contemporáneo Javier Busto: 'O Magnum Mysterium'.
La danza alada y prodigiosa de Dana Raz prepararía la atmósfera para la segunda parte del programa iniciada con la presencia de la Orquesta de Cámara de Siero y 'La notte' con un travieso Prittwitz de solista. El 'Ave Verum' de Mozart, con el León de Oro acompañando a la orquesta, instalaría el clima de emoción necesario para recibir a Víctor Manuel. El de Mieres (acogido por el público con un cálido aplauso) pondría el broche final con la orquesta, el coro, Andreas Prittwitz y Dana Raz todos a una. 'La planta 14' 'Cuélebre' y 'Asturias' eran las cartas que traía Víctor para arropar a sus amigos de Serondaya y con las que se estremeció el teatro entero. Un hermoso colofón a la gran fiesta.
La asociación Serondaya es un ejemplo de cómo se puede y se debe dinamizar la cultura local con la mirada conectada a las formas más universales e innovadoras de la creación y el conocimiento. Tiene las raíces ancladas en su tierra y por eso sabe ver el mundo como un cruce de caminos que llevan de lo próximo a lo lejano, de lo propio a lo compartido por todos los seres humanos. El concierto con el que quiso celebrar su viaje en marcha desde hace doce años fue un fiel reflejo de las inquietudes que representa la asociación de Cenera, la banda sonora de su ejemplaridad.
Fuente: El Comercio