El periodista Pachi Poncela fue el pregonero y pidió asilo a los habitantes de esta localidad mierense | Más de treinta familias emigrantes del valle de Cuna y Cenera recibieron un reconocimiento «por su decisión y coraje»
MARTA VARELA CENERA.Sábado, 21 octubre 2017, 08:44
Los pueblos se están convirtiendo en el mejor refugio de la tradición asturiana. Ayer, Cenera reivindicó su espacio en la conservación de lo autóctono. Fue en el inicio de su fiesta de la Serondaya, organizada por la asociación cultural del mismo nombre, que gira en torno a los productos típicos del otoño como son el maíz, las castañas y las manzanas.
Pueblos como el de Cenera, sus gentes y su forma de vida fueron el hilo conductor del pregón que ofreció el periodista asturiano Pachi Poncela que dio arranque a esta popular celebración mierense. El comunicador pidió «asilo» al pueblo de Cenera, tras reconocer con cierto aire meláncolico que «al ser un chico de ciudad no tenía un pueblo, envidiaba a mis amigos que en vacaciones se iban a ellos».
Una envidia que le sirvió para poner de manifiesto la importancia de estos rincones en la vida de la gente, en las raíces de una sociedad y ahondó en la necesidad de conocer sus costumbres y su forma de vida. Así fue como Cenera conoció la visión de «un chico de ciudad de cómo es un pueblo», según advirtió el locutor.
A continuación, se homenajeó a más de treinta familias que tuvieron que abandonar el valle de Cuna y Cenera, en busca de un futuro mejor, entre los años 50 y 60. Algunas, ya han regresado al concejo de Mieres. Desde Serondaya, se hizo un reconocimiento a esos «vecinos que un día os aventurásteis a cruzar la frontera y a mirar al futuro con decisión y coraje», tanto a los presentes como a los que aún se encuentran fuera de sus pueblos de origen, esos «emigrantes añorados».
Fue una emotiva tarde a la que se unió la apuesta de la asociación por la cultura, uno de los pilares de esta asociación mierense. Así se entregó el Premio Serondaya de la Cultura 2017 a la Asociación Cultural Arcángel San Miguel, con sede en La Caridad (El Franco), «como un reconocimiento a una labor efectiva y constante en favor de la cultura». Además, se entregaron los premios del II Concurso de fotografía Serondaya que, en colaboración con la asociación fotográfica Semeya, se organizaron bajo la temática del paisaje y el paisanaje del mierense valle de Cuna y Cenera.
Los actos de hoy comenzarán por la mañana con la celebración del II Premio Ciclocross, organizado por el Club Ciclista Monte Llosorio. Le seguirá una animada sesión vermú. Por la tarde, se entregará el bollu a los socios y se celebrará un amagüestu con castañas y sidra dulce. Además se podrá ver cómo se 'esfueya'l maíz' y cómo se elabora la sidra. La mejor gastronomía asturiana volverá a ser a protagonista de la jornada dominical, con la celebración de la fiesta de los socios que compartirán una gran fabadapara casi 250 personas. Como punto final, la música del acordeón de Javier Valdés.
Fuente: El Comercio